HISTORIA DEL CAFE RACER
Sin duda uno de los estilos más demandados en la customización de motocicletas es el Café Racer. Este tipo de motocicletas y la cultura que las rodea nació en los años 60 en la ciudad de Londres y tiene una gran historia detrás y para muchos es hoy un estilo de vida.
El estilo café Racer buscaba modificar la moto para hacerla lo mas rápida posible, y desde su inicio estaban ideadas para recorridos cortos y muy rápidos. Básicamente eran motos de carreras macarras y con estilo, estas motocicletas se caracterizan por su minimalismo visual, con manillar bajo, pequeños carenados, asientos de competición y tanque de combustible alargado.
Esta filosofía de entender la moto tiene su auge cuando los Cafés eran parte del ocio londinense (todavía podemos encontrar el Ace Café, una pasada de sitio donde aún se dan cita los amantes de la motos. Sitio de obligada visita si viajas Londres y te gustan las motos).
La historia nos sitúa en el Londres de los años 50. En esta época, en la ciudad inglesa, cualquier ciudadano podía adquirir un coche, pero como viene siendo habitual, los jóvenes optaban por la opción más rebelde que representaba el riesgo y la velocidad. La motocicleta aportaba ese punto de adrenalina que buscaban los jóvenes en su día a día para evadirse de la rutina.
Este movimiento crece gracias a los Rockers. Esta tribu urbana creó en la e´poca su propio estilo de vida, tenían una estética desenfadada y rebelde, y su único objetivo era escuchar rock y tener la moto mas rápida que le hiciera ser el rey de las carreras café a café… buena época sin duda.
Cuenta la leyenda que los moteros decidían un recorrido, ponían un disco en la gramola y el motociclista tenía que estar de vuelta antes de que la canción terminara.
Pero sin duda, el objetivo de cualquier motocicleta Café Racer era lograr alcanzar “la tonelada”, que no era ni más ni menos que lograr alcanzar la velocidad de 100 millas/hora (160,9 Km/h).
Algunos dicen que el término Café Racer proviene de una forma burlona utilizada para describir a los niñatos que frecuentaban cafés y corrían temerariamente con sus motocicletas.
Los Rockers pasaban el rato en los Cafés (podríamos entenderlo como bares o incluso bares de carretera) donde esperaban hasta que alguien más viniera con una moto veloz y los desafiara a una carrera. Todos corrían fuera con gran expectación para ver quién era el más rápido.
Cuando regresan a estos bares, por lo general muy frecuentado por camioneros de larga distancia, estos se reían de ellos y les decían: «No eres un verdadero piloto, no eres Barry Sheen, ¡solo eres un café corredor (Café Racer)!.
Y los moteros pensaban: «¡Bien tienes razón, soy un café racer!». Mientras que seguían realizando carreras hacia la próxima cafetería, y luego a la siguiente tan rápido como podían, y el nombre que los camioneros les otorgaban les acabó gustando hasta abrazarlo como una forma de definirse.
En ese momento los Rockers londinenses solo tenían acceso a las motos de marcas británicas como Triumph, BSA, AJS, Norton etc. Motocicletas que por sí solas no destacaban por su velocidad, por lo cual, la única opción para su dueño era empezar a customizar su vehículo con el fin de ser lo más parecido a una moto de competición.
El primer paso fue quitarles el máximo peso posible, eliminando todas las piezas superfluas. A continuación, le añadían piezas provenientes o inspiradas en las motos de competición. A medida que los motociclistas iban definiendo sus maquinas, se comenzó a materializar un estilo: el aspecto del café racer.
A mediados de los años 60 se produce un despegue en el mercado de piezas deportivas (las carreras de motos cada vez tenían más auge). Esto hizo que muchas empresas empezaran a fijarse en esta tendencia y comenzaran a producir piezas de competición que enseguida adoptarían las Café Racer, como los asientos con joroba, depósitos de gasolina de aluminio o fibra de vidrio (que incluían huecos para las rodillas del motociclista y pequeños carenados en el manillar).
En estos primeros años donde aparecieron las Café Racer, no era fácil encontrar una moto de grandes prestaciones, y los Rockers comenzaron a montar sus motos con las piezas de varios fabricantes.
En aquel tiempo el motor más potente que se podía encontrar en Inglaterra era un monocilíndrico de 500 cc de la marca Norton, cuyo chasis no estaba a la altura del motor. Buscando el mejor chasis los moteros se fijaron en los que fabricaba Triumph y empezaron a intercambiar las piezas. Como curiosidad destacaremos que podías encontrar en el mercado de segunda mano inglés de la época cientos de motos Norton que se vendían sin motor y que realmente nadie quería.
El movimiento Café Racer
El movimiento Café Racer es uno de los más influyente en el mundo de la motocicletas, pese a su antigüedad su estilo aún prospera en todo el mundo, aunque no tanto su esencia rebelde. Hoy día Se ha convertido en una subcultura dentro del mundo de la moto que abarca al hombre y la máquina como uno, las marcas de complementos para moto y las propias marcas oficiales fabrican motos con esta estética y los constructores internacionales fabrican motos únicas que hacen que este estilo este en su momento mas aclamado.
Hoy en día se ha convertido en una cultura estable y la mayoría de encargos a talleres como el nuestro son Cafe Racer…
